Las dos caras del teletrabajo: ¿un aliado o un lastre para la productividad de tus empleados?

Las dos caras del teletrabajo: ¿un aliado o un lastre para la productividad de tus empleados?

Marketing - Redactor

Resulta difícil discutir, con la experiencia que nos ha dejado la crisis del coronavirus, la importancia del trabajo en remoto, las ventajas que aporta y también que el teletrabajo ha llegado para quedarse.

Aunque antes de la crisis eran pocas las empresas en España que permitían teletrabajar, los meses de confinamiento y las medidas de distanciamiento social y seguridad que ha impuesto la nueva normalidad han hecho que muchas compañías descubran los beneficios del teletrabajo. Esta práctica permite que las empresas sigan operativas pase lo que pase y aumenta la flexibilidad en la jornada de trabajo de sus empleados.

Pero, a pesar de que los beneficios del trabajo en remoto son muchos y muy variados, la práctica cuenta también con ciertos lastres. Uno de ellos, y que para muchas empresas es el más importante, es el de garantizar la productividad. 

La parte buena: los trabajadores que aprovechan mejor el tiempo

En principio, la propia práctica del teletrabajo y el poder eliminar muchas de las distracciones que lastran la jornada laboral en la oficina –desde llamadas a múltiples reuniones presenciales– ayuda a centrarse más en lo que importa y a ser más productivo. Un estudio acaba de concluir que, durante estos meses, los españoles que teletrabajaron sintieron que eran un 45% más productivos

También un estudio de Izertis, que parte de datos del Instituto Nacional de Estadística, señala que la experiencia de teletrabajo durante la crisis en España ayudó a mejorar la productividad. El porcentaje de trabajadores que tuvo que hacer tareas relacionadas con el trabajo en fin de semana en los meses del confinamiento fue más bajo que lo que ocurría en el mismo período de 2019. Para las empresas españolas que apuestan por el teletrabajo, la productividad sube entre un 5 y un 25%. Los datos permiten concluir que, en general, los trabajadores se organizan mejor y sacan más partido a las horas de trabajo.

Para impulsar aún más la productividad de los trabajadores, los empresarios pueden contar con herramientas de control de la productividad; esta tecnología aporta beneficios no solo al empresario, por aumentar la confianza en sus trabajadores (principal hándicap del teletrabajo en España), sino también para ayudar al trabajador en la organización y planificación del tiempo de trabajo. Este tipo de herramientas van a ayudar a consolidar el teletrabajo en España.

La parte mala: no todos los trabajadores se han adaptado con facilidad

Aunque esas cifras y estadísticas son prometedoras, no son las únicas que se pueden extraer del análisis del mercado. Durante estos meses, también aparecieron análisis como el que señalaba que, de media, los empleados trabajando en remoto ampliaron en dos horas sus jornadas de trabajo. Empezaban sus tareas mucho antes de lo que era habitual y aprovechaban horas inesperadas para adelantar actividad, porque sus compañías no habían ajustado bien la relación entre teletrabajo, gestión del tiempo, productividad, etc.

Con ello, las compañías se han estado arriesgando a quemar a sus empleados. Trabajar horas de más suele llevar a la desmotivación y a una pérdida de eficiencia a largo plazo. Además, demuestra que las empresas no habían hecho un trabajo eficiente de transformación digital y que no habían implementado las herramientas necesarias y la cultura corporativa favorable al trabajo en remoto.

Una vez más la tecnología puede ayudar a empresarios y trabajadores a estar más conectados y a organizarse mejor a través de la medición de la productividad.

La tecnología como aliada de la productividad en el teletrabajo

Si las compañías hacen los deberes y asumen las buenas prácticas más recomendadas en teletrabajo, esos datos pueden ser incluso mejores y el matrimonio entre productividad y trabajo en remoto más sólido. Las empresas deben tener en cuenta los mejores consejos para teletrabajar y aumentar la flexibilidad, las herramientas TI a disposición de sus empleados.

Las compañías deben ajustar la cultura empresarial a los nuevos retos, apostando por la digitalización y el control de la productividad e incorporando las herramientas que ayudan a cumplir con esos objetivos. Si el empresario es consciente del uso que hacen sus empleados del sistema informático, les pueden ayudar a medir y mejorar su productividad.

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