Del escritorio físico al escritorio virtual: cómo va a cambiar la infraestructura IT de las empresas
Marketing - Redactor
Antes de la crisis del coronavirus, el porcentaje de españoles que podía teletrabajar era muy bajo. Sin embargo, y durante la crisis sanitaria, se produjo un crecimiento de impresión. Para poder seguir operando durante el confinamiento, a las compañías no les quedó más remedio que aceptar el trabajo en remoto. Además, con ello, estaban propiciando una revolución: la implantación del teletrabajo ha cambiado ya para siempre las oficinas y la infraestructura informática de las empresas.
De entrada, el salto al teletrabajo durante la crisis del coronavirus y su implantación ya incuestionable en las empresas han transformado por completo el entorno de trabajo. Es poco probable que se vuelva a la antigua normalidad en los próximos meses y la nueva normalidad traerá consigo continuar con el trabajo en remoto. Lo cierto es que antes de la crisis ya se estaba cambiando el modelo de trabajo, aunque la situación de los últimos meses ha acelerado el cambio.
El teletrabajo hacía ya entonces que las empresas fuesen más flexibles, respondía a las demandas de conciliación y las hacía más competitivas. Ahora, es además también la clave para poder mantener medidas de seguridad e higiene y para responder a los retos de la covid-19.
Los trabajadores quieren que el trabajo en remoto se mantenga. Uno de los últimos estudios, realizado por Adecco, apunta que el 77% de los españoles espera que el futuro pase por combinar el trabajo en la oficina con el que se realiza desde casa. Tienen claro que las empresas deben ser mucho más flexibles a partir de ahora.
El impacto de este cambio de cultura en el trabajo se está notando ya incluso en el mercado inmobiliario: una estimación señala que el tamaño de las oficinas se está reduciendo en un 30% en España. El teletrabajo ha venido para quedarse y las empresas deben ajustarse a estas nuevas reglas.
La clave: una infraestructura IT adecuada
Por supuesto, el cambio en los espacios físicos de trabajo y en las rutinas diarias no es más que una pieza del puzle que supone el salto al teletrabajo. Posiblemente, no sea siquiera la más importante. La clave para hacer un salto al teletrabajo con éxito está en la tecnología. Las empresas necesitan adecuar su infraestructura TI a las necesidades del teletrabajo y ofrecer a sus empleados aquellas herramientas que les permitirán continuar con sus tareas habituales sin disrupciones. Por ello, el binomio teletrabajo y cloud computing, es una buena vía para hacer frente a los nuevos retos tecnológicos para la empresa.
La nube no solo aporta beneficios para la empresa, como más productividad o una mejora del presupuesto TI, sino que es también la pasarela que facilita y permite el trabajo en remoto. El cloud computing hace que teletrabajar sea más sencillo y productivo, ya que permite a los trabajadores acceder a todos los servicios, datos y herramientas que tienen en la oficina. Soluciones como el workspace digital simplifican desde el trabajo colaborativo hasta la gestión de la información. Además, el teletrabajo forma parte de un cambio mucho más ambicioso. Es una más de las acciones de transformación digital que deben realizar las empresas y debe integrarse con la estrategia de digitalización. Por ejemplo, un estudio de Gartner apunta que los directores financieros ven el teletrabajo como una manera de mantener la eficiencia de sus empresas: un 74% mantendrá en remoto algunos puestos.
Una solución que responda a todos los retos: adCloud Global
Para seguir el ritmo de la revolución del teletrabajo, las empresas deben incorporar aquellas soluciones que les permitan responder a todos estos retos. Es lo que ofrecemos en ANCO con adCloud Global, una solución todo en uno en la que las empresas solo pagan por lo que realmente necesitan –algo que la convierte en muy atractiva para las pymes– y que cubre todas estas cuestiones.
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