¿Adiós a la nube pública? Las empresas están reevaluando su estrategia cloud

¿Adiós a la nube pública? Las empresas están reevaluando su estrategia cloud

Cloud Computing

Marketing - Redactor

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    Hace unos años, migrar a la nube pública parecía la mejor decisión para cualquier empresa. La promesa era clara: flexibilidad, escalabilidad, menos infraestructura propia y, sobre todo, ahorro.

    Muchos negocios alojaron todos sus recursos ahí, sin pensar en cuánto les costaría realmente a largo plazo. Y ahora que se encuentran con facturas impredecibles y sobrecostes inesperados, se preguntan: ¿Qué podemos hacer?

    La tendencia hoy apunta a que estas compañías están abandonando la nube pública. Pero antes de tomar una decisión radical, vale la pena hacerse una pregunta clave:

    ¿El problema es la nube pública o cómo la estamos usando?

    ¿Por qué algunas empresas están reconsiderando la nube pública?

    Durante la última década, la nube pública —proporcionada por gigantes como Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure o Google Cloud— fue vista como una solución perfecta: externalizar la infraestructura tecnológica, pagar solo por lo que se usa, y olvidarse de la compra y mantenimiento de servidores físicos.

    Sin embargo, con el paso del tiempo, muchas empresas se han dado cuenta de que las cosas no son tan simples.

    ¿El problema principal? Una mala planificación del Coste Total de Propiedad (TCO) de los servicios. En otras palabras, muchas compañías subestimaron cuánto les costaría realmente operar en la nube a largo plazo.

    Costes ocultos que no viste venir

    El cloud público tiene una estructura de precios compleja y, muchas veces, poco transparente. ¿Cuáles son estos ‘costes ocultos’?

    • Gastos por transferencia de datos. Mover información dentro y fuera del cloud tiene un precio. Y si tu negocio genera muchos datos, ese precio escala rápido.
    • Sobrecostes por almacenamiento. Los costes aumentan si almacenas grandes volúmenes de datos sin optimizar o sin políticas de limpieza.
    • Licencias y suscripciones asociadas. Muchos servicios cloud llevan costes adicionales por licencias que no se contemplaron al inicio.
    • Cargas que siempre están activas. Si tienes aplicaciones que funcionan 24/7, lo que era un coste variable se vuelve fijo… y alto.
    • Escalabilidad mal gestionada. Activar recursos automáticamente sin control puede disparar la factura en días con picos de tráfico.

    Y a esto se suma un punto crítico: la dependencia de un único proveedor. Si cambian sus condiciones, si suben precios o si tienen una caída, tu empresa está expuesta.

    Entonces… ¿hay que abandonar el cloud público?

    Aquí es donde muchas empresas cometen un error de reacción: creen que la única salida es hacer las maletas y volver a montar todo en servidores propios. Pero la realidad es más matizada.

    Desde ANCO, creemos que la clave no es elegir entre cloud o on-premise, sino encontrar el equilibrio. La nube pública sigue teniendo ventajas enormes, pero hay que saber cuándo y para qué usarla.

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    Tres estrategias para optimizar tu uso de la nube pública

    Te compartimos un enfoque práctico en tres pasos. No se trata de reinventar tu infraestructura de un día para otro, sino de aplicar decisiones estratégicas que reduzcan costes, aumenten la eficiencia y te den más control.

    🎯 1. Mantén en la nube pública sólo los recursos estratégicos

    No todos los recursos deben estar en la nube pública. Pero hay cargas que sí se benefician claramente del cloud público. Identificarlas y mantenerlas allí puede darte una gran ventaja.

    ¿Qué tiene sentido alojar en el cloud público?

    • Aplicaciones con alta variabilidad de tráfico, como tiendas online en temporadas específicas (Black Friday, Navidad…).
    • Software colaborativo o herramientas accesibles desde múltiples ubicaciones, como plataformas de trabajo remoto.
    • Datos que requieren accesibilidad global, por ejemplo, contenido multimedia, catálogos digitales o bases de conocimiento.
    • Servicios que aprovechan funciones avanzadas del proveedor cloud (machine learning, big data, automatización…).

    💡 Consejo: El cloud público funciona muy bien para cargas de trabajo elásticas y globales, pero debes evitar usarlo como un simple “almacén eterno” de datos.

    🎯 2. Repatria las cargas de trabajo que generen sobrecostes

    El término “repatriación cloud” se ha vuelto común. Significa trasladar recursos que originalmente estaban en la nube pública de vuelta a una infraestructura propia (on-premise) o privada.

    Esta decisión puede tener un gran impacto si se aplica correctamente.

    ¿Qué cargas de trabajo conviene repatriar?

    • Bases de datos con una alta frecuencia de acceso. Si las usas constantemente, su coste en la nube se dispara.
    • Aplicaciones estables, que no necesitan escalar ni moverse entre regiones. Tenerlas en local es más predecible.
    • Información muy sensible, donde el control de seguridad debe ser total. Entornos seguros y certificados como la nube privada son ideales.
    • Sistemas internos que consumen recursos de forma constante, y no necesitan la flexibilidad del cloud.

    ⚠️ Importante: Repatriar no es apagar y mover. Requiere una estrategia, preparación y asegurar que tu equipo y tu infraestructura están listos para soportar esa carga.

    🎯 3. Diversifica para no depender de un solo proveedor

    Este es un error muy común. Muchas empresas han apostado por un único proveedor cloud por comodidad, pero eso tiene riesgos importantes. Si sus precios suben, si cambia las condiciones o si tiene una caída, tu negocio sufre.

    ¿Qué alternativas te recomendamos?

    • Modelo híbrido. Aloja algunos recursos en la nube, y otros en servidores propios (on-premise). Puedes mantener en la nube lo que realmente se beneficie de su escalabilidad, y gestionar datos más sensibles en local por temas de seguridad
    • Modelo multicloud. Usa varios proveedores de nube a la vez y aprovecha lo mejor de cada nube: Precios, disponibilidad geográfica, redundancia y respaldo.

    ⚠️ Importante: Una estrategia híbrida o multicloud necesita herramientas de gestión adecuadas y personal formado. No subestimes la complejidad.

    Conclusión: La nube pública no es el problema. La falta de estrategia, sí.

    La nube pública es una herramienta poderosa, pero ya no basta con estar en ella por defecto. Es fundamental que tu empresa tome decisiones conscientes, basadas en datos, eficiencia y visión de negocio.

    No es blanco o negro. No es “todo en la nube” o “todo fuera”. Hay que tener una estrategia cloud inteligente, que combine costes controlados, rendimiento óptimo y máxima seguridad.

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